Hoy te muestras
distinta;
los rojos que te encarnan,
cómo si tus fachadas
blancor les contagiaran.
Silencios violados por susurros de viento
que repela las ramas de chopos centenarios,
tiñendo de amarillo la recta humilladero,
creando como alfombra de colores de otoño,
pálidos y sin brillo.
Torbellinos de hojas que secuestran mi vista...
Suenan tus cuatro
chorros
albas y noches,
trenzan hilos de oros,
platas y bronces.
...donde no se oyen cantos
mentirosos,
donde el silencio me repite las verdades que ya
sé,
donde el aire sopla hacia afuera de
mí...
Entre terrones
secos
surge esperanza,
despiertan las lombrices,
la espiga grana.
Postales de época